Primera Circunnavegación de Groenlandia 2014

  • Fecha de inicio: 6-5-2014
  • Fecha de finalización: 23-6-2014.
  • Punto inicio / fin: . Kangerlussuaq-Kangerlussuaq
  • Kms. totales: 4.300 kms.
  • Días de expedición: 49 días.
  • Retos conseguidos: Primera circunvalación del hielo con un eco-convoy

Vuelta a Groenlandia

En la primavera de 2014, el explorador polar Ramón Larramendi y su equipo realizaron una expedición jamás realizada anteriormente en Groenlandia: una ruta circular en el interior del ‘inlandis’ helado con el Trineo de Viento, que por primera vez contaba con tres módulos diferenciados: uno de pilotaje, con una tienda protectora, otro de carga y un tercero de habitabilidad.En la circunnavegación participaron en total cinco personas: Larramendi, como líder de la expedición, Manuel Olivera, Eusebio Beamonte, la danesa Karin Moe Bojsen y el groenlandés Hugo Svenson.

 

Primeros días con vientos variables

En esta aventura, la tripulación desde los primeros días se encontró con vientos muy variables, no siempre a favor, lo que les generó muchas dificultades sobre todo en la ruta hacia el norte, circunstancia que les permitió llevar al extremo, con éxito, la técnica que ya se ha utilizado en viajes anteriores.

La expedición salió el 6 de mayo de 2014 en el el suroeste groenlandés, en las cercanías de Kangerlussuaq. Desde allí pusieron rumbo hacia la región de Thule, recorrido en el que invirtieron 16 días. El 22 de mayo, en un punto de esa región, dieron la vuelta al trineo para iniciar el regreso por la zona noreste de la isla, la más inexplorada, pasando por las cercanías de Narsaq.

El Trineo de Viento soportó bien las complicadas ventiscas que se encontraron en la ruta. Las averías pudieron solventarse sin asistencia externa, tarea en la que invertían el tiempo en el que paraban por falta de viento.

En el recorrido pasaron por base científica, antes militar, Dye-3, en el corazón de Groenlandia, que está abandonada desde hace 25 años y que encontraron prácticamente sepultada en la nieve.

Ciencia polar

Como en anteriores ocasiones, los expedicionarios, al reto explorador y medioambiental, sumaron el científico: cada 100 kilómetros recogieron muestras de aire y de nieve, en este caso gracias a un talado especial, de hasta un metro de profundidad que a su regreso entregaron a del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC . Los datos se destinaron a estudios sobre cambio climático y sobre sustancias contaminantes.

En la travesía, los expedicionarios soportaron temperaturas de hasta menos 30º centígrados. Finalmente llegaron a Kangerlussuaq, el 23 de junio, después de ser recogidos por un helicóptero en el hielo, en las cercanías de la localidad.

La Expedición en imágenes

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