La última cultura Inuit tradicional del mundo está a punto de desaparecer. Son los Inuit pobladores de Thule en el Norte de Groenlandia. El proyecto Inuit Climate Patrol pretende evitar esa desaparición con un ambicioso proyecto de desarrollo económico de la región. El objetivo del proyecto es la conservación de la cultura tradicional gracias al turismo sostenible en los pueblos thule y expediciones científicas que sirvan para dar a conocer este espacio y, a la vez, permitan el turismo de expedición en trineo de perros.
El distrito de Thule en el norte de Groenlandia es el hogar de los Inuit, los mejores viajeros polares del mundo, y hogar de los 4 compañeros de Robert Peary en su mítica expedición al Polo Norte Geográfico de 1909, Oodaq, Egininwah, Seeglo and Ooqueah. Es el lugar donde siguen viviendo sus descendientes.
A lo largo del tiempo no ha cambiado demasiado la manera de viajar y vivir de los inuit desde entonces. Thule es el último lugar del mundo donde todavía se lleva a cabo la vida tradicional de los cazadores: el trineo de perros, el kayak tradicional y la caza del narval con arpón. En los últimos años, las restricciones a la caza y el cambio climático están influyendo en la desintegración de la cultura tradicional.
Ramón Larramendi visitó por primera vez el distrito de Thule en 1991, durante su Expedición Circumpolar. Allí conoció a algunos de los mejores cazadores de la zona, viajando durante varios días con Nuka Henson, nieto de Mathew Henson, el compañero de Peary, y conociendo a numerosos familiares de Mathew Henson, Robert Peary o Knud Rasmussen. En ese viaje fue testigo de la extinción de ese modo de vida tradicional en Canadá y Alaska, lo que le marcó profundamente. A lo largo de los años, continúo visitando Thule, haciendo travesías con trineo de perros acompañando a cazadores de la región, comprobando que también en Groenlandia acabaría por desaparecer.
Evitarlo es el objetivo del proyecto de desarrollo que, con el apoyo de las autoridades groenlandesas y los cazadores locales, prepara la región. La Inuit Climate Patrol es una patrulla que, gracias a los trineos de perros, organizará expediciones de carácter científico, con repercusión mediática, para dar a conocer los procesos de cambio, ambiental y social, que están teniendo lugar.
El proyecto tiene dos elementos. Por un lado, se contempla la organización de estancias de una semana para un grupo reducido de viajeros, en pueblos de la región de Thule, donde podrán convivir y, por tanto, conocer, la cultura ancestral de los inuit en esta remota zona del planeta. Su presencia no sólo potenciará el desarrollo económico en la región, sino que revalorizará esas tradiciones, basadas en el conocimiento del entorno, que hoy se están perdiendo. Esa convivencia es un ‘imán’ para aquellas personas que buscan experiencias únicas, y que de otro modo no tendrían acceso a ese mundo.
Por otro lado, ser organizará una patrulla inuit que viajará hasta el glaciar de Humboldt, el más grande del hemisferio norte, para recoger datos tanto de la fauna (especialmente, los osos polares) como del cambio climático. Estass expediciones colaborarán en la preservación de los viajes a larga distancia que forman parte de las tradiciones thule y de la historia de la exploración en el Ártico. Junto a seis cazadores inuits participarán dos científicos, además de viajeros expedicionarios y profesionales responsables de la divulgación del proyecto a nivel mundial.
Su presencia, no sólo potenciará el desarrollo económico en la región, sino que revalorizará esas tradiciones, basadas en el conocimiento del entorno, que hoy se están perdiendo y que está intrínsecamente ligadas a un entorno hostil pero de espectacular belleza. Vivir en sus casas, conocer su comida, sus fiestas, sus costumbres, su sabiduría para la supervivencia y su entorno es un ‘imán’ para aquellas personas que buscan experiencias únicas, y que de otro modo no tendrían acceso a ese mundo.